OBLIGADOS A REALIZAR UN DESCARGO
Días atrás, por testimonio de una persona que nos hizo llegar la triste noticia, en un colegio secundario de la Ciudad de Córdoba, con nombre propio (Estancia Yucat), se nos asimiló a los depredadores del ambiente y de la salud humana por el uso de agroquímicos (que llaman agrotóxicos sin más). Dio incluso ejemplos hablando de intoxicados que no fueron tales, y de un empleado tan extremista como ellos, con el que nos hemos acostumbrado a tolerar su exabruptos.
Lamentablemente este tipo de críticas revelan posiciones extremas llevando a la ruptura del imprescindible diálogo. Bien les hacen al juego de posiciones extremas opuestas. Y ejemplos tenemos a millares con los políticos de las llamadas izquierdas radicalizadas dándoles fuerza a las políticas liberales que hoy padecemos. Las cerrazones de cualquier diálogo terminan en incendios mayúsculos como el de la Amazonía. Bien harían estos críticos en dirigir bien sus dardos orientándolos a la Universidad que les da trabajo y que puede pagar sus honorarios con la agricultura del país tal como está. Universidad de Córdoba, donde los agrónomos que egresan de ella aprenden las fórmulas que en su mayor bondad son las que en nuestro campo se aplican estrictamente (la llamada “línea verde”).
Nuestra Estancia durante 7 años Certificó “Orgánicos”, con más que magros resultados, más bien negativos, y que desistimos por no tener una inserción cultural que equilibre el desfasaje económico que hoy tiene respecto de los cultivos transgénicos. Que mantuvimos y mantenemos un programa de preservación del monte nativo que en su diseño ellos mismos participaron, y que colaboramos realmente con dos grupos que aplican la agroecología (Sol y Luna Ecogranja y Pueblo Mampa) con muchísimo esfuerzo de su parte. Con éste grupo que hoy nos critica fuera de las relaciones institucionales, hemos venido compartiendo trabajo y mesa por más de 8 años.
No nos merecemos este destrato que trasciende lo personal y se convierte en institucional: un instituto de la Universidad Nacional de Córdoba. Invitamos a retomar las sendas de un conocimiento desapasionado de la problemática global; de la lealtad en el trato institucional y de dirigir las discusiones a los verdaderos estamentos de las decisiones que se involucran en la temática, porque no resuelven las personas individuales las problemáticas que las exceden.
Por nuestra parte, sostenemos que por defendernos no podemos dejar nuestro aporte al diálogo cultural, que tarde o temprano (y apostamos a ello), deberá tener como resultado el cuidado del ambiente, y que necesariamente habrá de darse. y que tanto esfuerzo hace el Papa Francisco en insertarlo en la agenda mundial. Mientras tanto, seguiremos trabajando en ponernos en la vanguardia de las decisiones amigables con el medio ambiente y las personas en una economía con sustentabilidad. Bien harían nuestros críticos de dejar defenestrar lo poco que podemos hacer, y de aportar conocimiento para llegar más rápido a los métodos necesarios para la agricultura sana y sustentable para alimentar al mundo y a la economía del país.