¡Que Dios y la Patria se lo demanden!

Días pasados he recibido un correo de contenido político de esos que, por tener cierta poesía o jococidad, amigos y parientes suelen enviar… No pocas veces sus contenidos rayan en lo inmoral. Al que hago referencia lamentaba la muerte de nuestro ex-Presidente porque no le había dado la posibilidad de condenarlo desde la condena eterna (Dios lo había condenado), hasta la expresíón de descarga de su propio odio. Opté por no reproducirlo, porque es eso: ¡irreproducible!

ORACIÓN  MURIÓ KIRCHNER


Esta fue mi contestación:
Nombre
                    No puedo decirte que tu correo me haya gustado porque hubiera sido una inmensa mentira:
En cuanto al juicio de Dios, no me meto. Bien se yo de mis debilidades y pecados y temo me juzgue inmisericordemente. Tampoco me lo permite el Evangelio que busco vivir.
En cuanto a la justicia de la Patria. Tenemos la mejor Corte Suprema que el país haya tenido, creada en su gobierno ciertamente. Pido a Dios que alcance la libertad (ni a favor ni en contra) que se necesita para juzgar sus actos civiles y políticos (en lo que podría ser juzgado), y te aseguro que si yo tuviera pruebas de algo que ayudara, las presentaría.
En cuanto al juicio que a mí me toca, y me reconozco también apasionado, con luces que creo tener, he visto en estos últimos años y en muuuuchos aspectos la orientación hacia País que en los ideales de mi juventud, deseaba. Tal vez queda mucho por hacer, tal vez demasiado, pero lo que he gozado con nuestro crecimiento generalizado estos siete años ha sido muy parejo de lo que he lamentado durante el resto de mi vida, es decir, del 54 al 2002, con pequeños espacios en los principios de los 60 y 70. Y por supuesto que en lo personal adhiero con el modelo político del momento y su proyección en el tiempo. Además porque en la «oposición», ciertamente hay un vacío casi absoluto, ante la que no siento otra cosa que lo que era sentido por la mayoría de nuestro país en el año 2001: «que se vayan todos».
                Como no creo que coincidas con estas líneas, te ruego no me envíes nuevamente este tipo de material lleno de odio y desvergüenza.
                Fraternalmente,
p Carlos