La «Colonia Yucat»
Da a conocer los objetivos de las tierras dadas en alquiler a «Colonos». Su origen histórico y su actualización institucional.
La Orden de la Merced posee este campo, “Estancia Yucat ” desde hace más de trescientos años, por donación de un “Colono”. Quedando viudo ingresa en la Orden de la Merced y dona sus tierras para sustento y obras de la misma. Desde aquella época, los religiosos mercedarios han mantenido el bien y han utilizado su renta para el fin expresado en la voluntad del donante.
La voluntad del donante hoy se expresa óptimamente en el Carisma de la Orden de la Merced y en las opciones pastorales que surgen de él. El Carisma de la Orden tiene como preocupación fundamental la realidad de la libertad humana y religiosa: que la persona pueda desarrollarse y vivirde acuerdo a los mejores dones que Dios le haya otorgado; enseña a situarse frente al mundo desde su propia conciencia; y desde la conciencia social de la cultura a la que pertenece, el que pueda ejercerla y compartirla solidariamente con los menos favorecidos; pueda vivir la persona y las sociedades en clave de eternidad reconociendo a Dios como fuente de todo bien y destino de los mismos. Proclama desde los aspectos primarios de la libertad, como el derecho a la vida, el derecho a la educación, a la justicia y todos los derechos sociales, como también el derecho al ejercicio de la propia cultura incluida la libertad religiosa (no solo cultural sino también de los valores que de ella se desprenden).
La extensión de las tierras donadas y la conveniencia de optimizar su explotación, ha permitidose incorpore para su trabajo “el Colono”: personas que trabajan la tierra pagando un canon por ello con beneficio para ambas partes, Orden y Colonos. Son familias que llegan al campo y comienzan su explotación desde el inicio a tierras que aún no habían sido cultivadas, y en zona de frontera. El instrumento legal es contrato de arrendamiento que habitualmente era de largo plazo, aunque con renovación trienal. De éste modo, con beneficio para todos, el Colono obtiene así la posibilidad de acceso a la tierra como autónomo y encondiciones más que favorables.
La Ordende la Merced, hoy mantiene su interés en mantener y afirmar esta figura del “Colono”, enriqueciéndola del sentido que surge del Carisma de la Orden, tanto en la elección de los nuevos Colonos, cuanto en la participaciónde todos ellos en los fines institucionales. Por ello opta, para la Colonia, por personas físicas más que jurídicas, familias más que empresarios, preferentemente residentes en el campo, que trabajen con su propio capital, que incorporen mano de obra y la enriquezcan culturalmente, que busquen formar grupos sociales rurales solidarios entre sí y con el resto de la sociedad. y que se relacionen con la tierra preservándola al respetarla en sus ciclos.
Conciente la Orden de que cada persona posee autonomía para elegir supropio modo de vida siempre que no lesione derechos ajenos, se limitará a la proposición de los valores deseados. Sin embargo, soberana en el uso de suspropios derechos dentro del marco de la Constitución del país y de sus leyes, establecerá los criterios que lleven a la consecución de los fines institucionales. Es por ello que, además de lo que pueda hacer en la proposición de aquellos valores, en los cánones de alquiler que establezca por la tierra, establecerá aquellos que se acerquen a los fines propuestos con reducciones proporcionales al interés sobre los mismos. De tal manera que partiendo de los precios de plaza, llegue por estas reducciones y la suma de las mismas, a montos que le permita al Colono no solo participar de los fines propuestos, sino un crecimiento sostenido en base al trabajo personal yfamiliar.
El motivo de esta transformación en el modo de establecer el precio del alquiler del campo es justamente la defensa de la figura del Colono, para hacer frente al tipo de explotación imperante en el momento que ha vaciado nuestros campos de personas en pro de una economía que dejó de ser para el hombre y la sociedad. Busca diferenciación en el tipo de explotación, particularmente en cuanto a las personas que trabajan y viven del campo, para que sea de las personas y no de capitales anónimos. Para favorecerla creación de productos elaborados a partir de las materias primas, añadiendo cultura a los productos primarios
Es de destacar que, sin haber hecho un estudio pormenorizado de la densidad poblacional de nuestro campo, es muy difícil encontrar –por no decir que no lo hay- en la pampa húmeda una extensión similar en amplitud con la densidad poblacional de Yucat. Y dentro del mismo no hay ninguna hectárea que no exploten familias o empresas familiares. No hay agronegocios: es agricultura con agricultores incluidos. En Yucat viven más de 150 familias o sea en proporción de menos de 150 has por familia directamente involucrada como Colono o dependiente de ellos.