En Yucat, una cita con la historia y la producción amigable

Nota de TODOAGRO.

La mañana está brumosa y de a ratos, un tenue sol de otoño se filtra y recorta viejas construcciones en el casco de la estancia Yucat. Allí nos recibe Carlos María Diez, el religioso mercedario que administra el establecimiento. Una recorrida donde concurre la historia, la mística religiosa y una propuesta productiva que tiene al hombre y el ambiente como centro.
Lorenzo Suárez de Figueroa fue un aventurero que acompañó a Jerónimo Luis de Cabrera en una expedición de relevamiento en la zona central del país. En el trayecto que unía las capitales de Virreinatos (Lima y Buenos Aires) se crearon varias postas; una de ellas fue la denominada «Posta del Paso de Ferreyra», situado a orillas del río Ctalamochita, (río Tercero), frente a Villa Nueva. Ese sector soportaría los cimientos de la ciudad de Villa María.
Acompañó al fundador de Córdoba en la creación del enclave de la ciudad y aportó al trazado de los primeros planos del asentamiento.
Tenía el grado de capitán, cuando en 1573 entregó un minucioso relevamiento de las formaciones sociales nativas que habitaban el territorio.

La jerarquía lo premia con cientos de leguas de tierras por su lealtad y compromiso con el mandato de la monarquía española, que a esta altura comenzaba a desmembrarse. La heredera de Isabel, su hija Juana se casa con Felipe el hermoso, quien muere muy joven. La reina viuda es internada en un hospicio para dementes, y es su hijo Carlos quien hereda el trono, que abandonará en 1556 para recluirse en un monasterio. Allí el imperio se divide y entra en desgracia.
Mientras tanto la colonia ya tiene vida propia y unos cuantos placeres que ya no ofrece la vieja Europa.

Lorenza, una nieta de Suárez de Figueroa, hereda una cuarta parte de los terrenos, cruzados por el abundante cauce que viene del valle de Calamuchita; al poco tiempo se casa con un comerciante portugués Juan López Fiusa. El matrimonio no tiene hijos, y ambos se prometen que el que sobreviviera dejaría a la Iglesia la propiedad e ingresaría a un monasterio a ofrendar sus últimos años al Altísimo. López Fiusa intenta ingresar a la orden de los Sacramentinos pero no es admitido, y luego intentó con éxito ser parte de los hermanos mercedarios.

Y es así que la Orden de la Merced tiene bajo su administración el campo de la estancia Yucat desde hace más de tres siglos. Carlos María Diez cree que el área que dejó López Fiusa es casi 10 veces más grande que la actual, y que la apropiación privada y el avance del ferrocarril se quedaron con la mayor parte de la herencia.

La inspiración mercedaria tiene como proclama que la persona pueda desarrollarse y vivir de acuerdo a los mejores dones que Dios le haya otorgado; enseña a situarse frente al mundo desde su propia conciencia; y desde la conciencia social de la cultura a la que pertenece, el que pueda ejercerla y compartirla solidariamente con los menos favorecidos.

Se viene la colonada
El entorno social en el que se encuentra Estancia y Colonia de Yucat, no sería de poco valor mostrar que para la Orden de la Merced su preocupación por las personas y familias que la componen. Muestra con claridad que este predio legado no solo es fuente de recursos económicos sino también campo de su apostolado. “En un tiempo que todas las empresas provocan un éxodo del campo, podemos mostrar nuestro afán de un modelo social basado en la promoción de las personas. También buscamos mostrar que la solidaridad, más que ser regalar recursos es brindar oportunidades, abrir espacios de posibilidades. Al estar dentro de un contexto productivo, con rentabilidad segura, en un buen momento histórico, deberá devolver los recursos económicos que se pondrán al servicio de esta promoción con un interés inferior al de plaza y de créditos a los que por su condición de insolvencia económica, no podría obtener. La seguridad para la Orden del recupero de su inversión lo constituyen dos orientaciones: se priorizará inversiones de infraestructura y por montos que tengan un respaldo en bienes físicos”, proponen en una sentencia que combina la acción productiva y la oración.

Por ello opta, para la Colonia, por personas físicas más que jurídicas, familias más que empresarios, preferentemente residentes en el campo, que trabajen con su propio capital, que incorporen mano de obra y la enriquezcan culturalmente, que busquen formar grupos sociales rurales solidarios entre sí y con el resto de la sociedad. y que se relacionen con la tierra preservándola al respetarla en sus ciclos.

La Orden cree que cada persona posee autonomía para elegir su propio modo de vida siempre que no lesione derechos ajenos, se limitará a la proposición de los valores deseados. Es por ello que, además de lo que pueda hacer en la proposición de aquellos valores, en los cánones de alquiler que establezca por la tierra, establecerá aquellos que se acerquen a los fines propuestos con reducciones proporcionales al interés sobre los mismos. De tal manera que partiendo de los precios de plaza, llegue por estas reducciones y la suma de las mismas, a montos que le permita al Colono no solo participar de los fines propuestos, sino un crecimiento sostenido en base al trabajo personal y familiar.

El motivo de esta transformación en el modo de establecer el precio del alquiler del campo es justamente la defensa de la figura del Colono, para hacer frente al tipo de explotación basado en la rentabilidad, despreocupándose del medioambiente y las demandas sociales.

El espinal como bandera
En un sector de la Estancia Yucat, sobre una superficie de 300 hectáreas, un bosque del espinal se muestra estoico ante el embate de la agricultura. Allí crecen especies donde se refugian las silvestres que vieron recortados sus áreas naturales.
Al decir de prestigiosos naturalistas se trata de un lugar excepcional, que es lo único que ha quedado de una formación que se denomina espinal cordobés-santafesino o distrito del algarrobo, que en la última década ha recobrado visibilidad y reubicado como un espacio a defender.

En la estancia, el espinal es una prioridad y está protegido. Decenas de especies de flora nativa y de la fauna que hoy solo reposa en los viejos manuales escolares. “Hay zorros y pumas”, dicen en la estancia, y las marcas de pisadas cerca del río y la falta de algún animal de cría de vez en cuando, aseveran su presencia.

«Ustedes tienen la suerte de tenerlo en las afueras y entonces la idea era hacer la actividad en el campo tratando de estar cerca de uno de los mejores manchones de ese monte que merecería ser una de las reservas naturales más importantes del país», sentenció hace algunos años el naturalista Juan Carlos Chébez, y agregó:»Este lugar debería ser conocido por la gente de nuestro país y por supuesto de los que habitan en las cercanías».

En esa oportunidad, el biólogo reclamó por cartelería e instalaciones que lo situaran, e invitaran a los visitantes, pero aún sigue siendo una deuda.

Producción equilibrada
Redención de cautivos en Europa contra el avance de los musulmanes y luego acompañaron la llegada del conquistador en el Nuevo Mundo, se encargaron del diálogo entre las dos civilizaciones, al decir del padre Calos María.

Al principio la estancia fue administrada desde Córdoba y desde hace unos 50 años hay presencia y dirección desde el establecimiento. En la década de los años 40 llegó el padre López, después se estableció el padre Mario Rossi y el padre Rafael Conti, y en 2004 llegó Carlos María Diez, mendocino de nacimiento y cordobés por adopción.

El establecimiento tiene 20.600 hectáreas, unas 15 mil se alquilan y en el resto se produce. En el espacio que se alquila hay varias familias que llevan muchos años arrendando la tierra, algunas de ellas llevan cuatro generaciones trabajando en ellas. “Los valores son un 20% inferior a los precios de mercado. Son unas 60 familias, la que trabaja el mayor espacio son unas mil hectáreas y son tres hermanos, tres familias. Buscamos que la unidad productiva tenga unas 180 hectáreas y que cada vez vayan a actividades más intensivas. También estamos tendiendo a que introduzcan producción de cerdos”, cuenta el administrador.

Hay explotación mixta en casi todos los lotes y en las 5000 hectáreas que administra los mercedarios se ocupan unas mil en agricultura y el resto para ganado de diferentes especies. Hay tres tambos, cuatro rodeos para carne de razas Aberdeen Angus, Brangus y Polled Hereford, y en lechería la mayoría es Holando. La carne se vende a frigorífico, y la leche al establecimiento Puyahue y a la Escuela Superior de Lechería (ESIL).

Entre los tres tambos se producen unos 15 mil litros por día, y una pequeña parte se deriva a Ugi’s para fabricar muzzarella para su red de pizzerías. “A quienes arriendan les proponemos actividades mixtas, en caso contrario el descuento es menor, y lo mismo sucede con el cumplimiento de las leyes sociales para sus trabajadores”, relata el religioso.

-¿Cómo cree que será la producción en los años que vienen en Yucat?
-Las líneas surgen de la enseñanza social de la Iglesia. Que cada vez se involucre a mayor cantidad de gente. Se invierte en infraestructura en los espacios alquilados, sin pedir nada a cambio. Los contratos son a tres años y allí se observa lo prometido y lo realizado. En general no hay problemas, en estos tiempos nadie arriesgaría a perder un buen campo por incumplir acuerdos. Acompañamos que se endeuden siempre y cuando el capital crezca más que los montos a devolver, y evitar que se deriven fondos a otras actividades. Deben presentar un plan de siembra y allí se observa la sustentabilidad.

-¿Qué tipos de tierras tiene la estancia?
-Casi todas están entre grupo 3 y 5. En nuestra concepción, hasta los bajos que se descartan por improductivos para agricultura, nosotros buscamos integrarlos. Hay terrenos bellísimos que merecerían se tenidos en cuenta para turismo rural, aunque el los tiempos que corren si no hay un spa o un teatro de revistas cerca parecen inviables.

-Entre la estancia y los colonos que arriendan, ¿se ponen de acuerdo para invertir juntos?, por ejemplo para comprar agromáquinas…
-Es un tema cultural. Aún cuando mostramos descuentos de alrededor del 10% inmediato, no hemos logrado que se invierta juntos. Creo que también es por la mala experiencia que tienen algunos productores de la zona con entidades de crédito. Fundamentalmente por el costo de los intereses que cobran al prestar y los precios que pagan al comprar cuando se trata de pequeños productores.

-¿Qué proyectos tiene entre manos como administrador?
– Hay dos proyectos muy lindos que el sistema de auto seguro con pago anticipado de los alquileres a porcentaje. Lo que quiere decir que pagan el diez por ciento más del alquiler y eso que se acumula es un crédito que el colono puede tomar en cualquier momento lo que le permite que ante un año malo o una desgracia ellos pueden dejar de pagar un semestre el alquiler valiéndose de este porcentaje. Lo novedoso es que esto no les pese en la medida que tengan excedente y tampoco lo pierden.

Otro programa de mayor alcance y es para facilitar la compra de más tierras. Va a tardar un poco en salir a la luz, estamos hablando de tierras para los colonos, no para la orden.

Estamos a punto de cerrar convenios con la Universidad Católica (UCC)de Córdoba a la cual le estamos por ceder el tambo de cabras, o una coparticipación para la producción de productos lácteos y su comercialización.

Con la Universidad de Villa María es algo mucho más amplio de todas las carreras que quieran involucrarse, particularmente un laboratorio de transferencia embrionaria que está prácticamente en funcionamiento que se lo daríamos a la cátedra para que lo utilice , tanto en este laboratorio como el acuerdo con la UCC se busca es la multiplicación genética a bajo costo, no tenemos por qué estar pagando precios muy altos cuando la genética que está en nuestras manos es de muy alta calidad.

-¿Se puede venir a visitar y hospedarse en la estancia?¿Cómo está el proyecto de turismo rural?
-Hemos publicitado nuestra oferta de turismo, tenemos aprobación de la Municipalidad de Tío Pujio y las instalaciones están listas para recibir al visitante. No apuntamos al turista que busca ser servido, queremos al turista que quiera aprovechar nuestro pasado y presente histórico religioso, los criterios productivos y el aspecto ecológico. Hemos sido visitado por varios extranjeros, y la mayoría viene porque alguien les contó.

Por Osvaldo iachetta, de la redacción de TodoAgro
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